CAPERUCITA AZUL Y LOS TRES
CERDITOS
Había una vez una niña, llamada Caperucita
Azul, que tenía tres amigos
cerditos que vivían muy cerca y jugaban juntos.
Un día estaban jugando. A Caperucita se le
ocurrió la idea de ir al río. Se encontraron
que el río tenía mucha agua y no podían pasar a la otra orilla. Así que
pensaron en recoger leña para hacer un
puente y se pusieron a trabajar, pero el cerdo más chico no podía tirar
del palo tan grande que llevaba.
De repente, se le apareció el lobo. Del
susto que se llevó,
dio un salto y se subió a un árbol con el palo. Cuando el lobo se puso
debajo le tiró el palo y le cayó en la boca. Fue a beber agua y Caperucita, que
estaba allí, le preguntó:
- ¿Qué te ha pasado señor
lobo?
Y el lobo le contestó:
-Que he querido asustar a tu
amiguito el cerdito ¡y mira que me ha pasado!
El lobo arrepintiéndose le pidió
perdón y se puso a trabajar con ellos; terminaron el puente, se fueron a la
otra orilla y empezaron a jugar todos
juntos muy contentos.
Alberto Manuel
Pérez Serrano 5º
CAPERUCITA
DE MIL COLORES
Érase una vez Caperucita
Rosa.
-¡No, Azul!
-¡Ah, sí, es verdad, Azul!
Un día Caperucita Verde…
-¡Que es Azul!
-¡Bueno, para de corregirme!
Un día la madre de Caperucita
le dijo: -Caperucita ve a la casa de tu abuelita y le llevas esta cestita.
Caperucita Naranja iba por el
bosque cuando se le apareció un lobo que le dijo: -¿Dónde vas, Caperucita
Marrón?
-¡Qué es Azul, Azul, Azul!
- Vale, Azul.
Y ella respondió: -A casa de
mi abuelita.
Y el lobo dijo: -Adiós, tengo
prisa.
Cuando Caperucita llegó
a casa de su abuelita la vio enfermita y
le dijo: -¿Qué te pasa?
La abuela contestó: -Una
gripe, no es nada.
Caperucita Negra se fijó en
la abuela.
-¡Caperucita Azul!
-Sí, eso.
Y le dijo Caperucita: -¿Qué
ojos más grandes tienes?
Y le dijo la abuela: -Son
para verte mejor
Y dijo Caperucita: -¿Qué dientes más grandes
tienes?
Y le dijo la abuelita: -¡Son
para comerte mejor!
Caperucita se asustó porque
vio que era el lobo, cogió un cuchillo y lo mató. Después lo untó con
mantequilla y… se lo comió.
Paloma Montoya García 6º
CAPERUCITA EN EL CARIBE
Caperucita, que vivía en el Caribe, estaba bañándose
en la playa. De pronto, la llamó su madre y le dijo:
- Ven a la casa con el coche, que te doy la triple
hamburguesa de la abuela y se la llevas.
Caperucita le dijo a su madre:
-Vale, pero que sepas que me has aguado la fiesta, mamá.
¡Estoy en la playa con mis amigos!
Caperucita fue con su coche a la casa de su abuela y
por el camino vio una sombra, aparcó el coche y se paró a mirar.
¡Era un dinosaurio! Y Caperucita sorprendida dijo:
-¿Me puedes explicar que hace un dinosaurio en esta
época?
El dinosaurio al no poder hablar lo único que hizo fue
romper el descapotable de Caperucita e irse.
Caperucita, tuvo que ir andando a casa de su abuela.
Cuando llegó el dinosaurio estaba comiéndose a su abuela y Caperucita gritó:
-¡Nooooooooooooo! ¡Te voy a matar!
Caperucita corrió todo lo que pudo, cogió el cuchillo
jamonero y lo mató. Salvó a su abuela y le dio la hamburguesa y un beso.
Ya por fin se puso el biquini y volvió a la playa.
Azahara Molina Sánchez 6º
CAPERUCITA EN LA GUERRA
Érase una vez Caperucita, que
le dijo su mamá que le llevara comida a la abuelita.
Como Caperucita sabía que
estaba el lobo en el bosque, fue a avisar al ejército español y le dijo:
-
Quiero que vengáis
conmigo al bosque a luchar.
Entonces fueron aviones, tanques,
camiones y militares. Cuando se enteró el lobo de lo que había hecho Caperucita Roja, avisó al ejército
inglés.
Y en el bosque se encontraron
frente a la casita de la abuelita y empezaron a luchar. La abuelita estaba asustada
y se escondió.
El lobo entró a la casa,
Caperucita Roja luchó con él y Caperucita Roja ganó y dijo:
-
¡Viva he ganado!
Salió a la puerta y paró la
guerra. Y con la piel del lobo se hizo una zambomba y organizó una fiesta con
todos los militares.
Iván Molina López 5º
CAPERUCITA MULTICOLOR
Érase una
vez una niña que vivía con su padre y se llamaba Caperucita.
Su abuela iba a cumplir 100 años y Caperucita
le hizo un flan multicolor, que era la comida preferida de su abuela. Al día
siguiente Caperucita le dijo a su padre que si podía ir a la casa de su abuela
y le contestó que no. Caperucita no le hizo mucho caso y fue.
Por el camino se encontró con un cerdito rosa
y un montón de animalitos que la saludaban de forma muy agradable. Cuando
Caperucita llegó a la casa de su abuelita y le dió el flan, ésta se puso muy
contenta y le dijo que era la abuela más feliz del mundo y que pronto ella
también le daría una sorpresa.
La abuelita, que era muy ágil, cuando se fue
Caperucita, se levantó y se puso en marcha para hacerle en su propio jardín una
casita multicolor para ella solita.
Y así
fue. Ya estaba lista la casita. Después llamó a su nieta para que fuese a ver
su sorpresa.
Cuando llegó se puso muy contenta y se le
saltaron las lágrimas de felicidad.
A los dos días la abuelita falleció, pero la
niña no se puso triste porque se sentía muy satisfecha de lo que se querían las
dos.
Moraleja: La vida no hay que verla de color
negro sino multicolor.
María Calderón
Álvarez 6º
CAPERUCITA ROJA CON REVÓLVER
Érase una vez un lobo feroz
que se quería comer a Caperucita Roja en el bosque.
Cuando se la encontró el lobo
le dijo:
-Espera. No te vayas, que no
te voy a comer.
Caperucita sacó un revólver y
dijo:
-¡O me dejas o te mato!
Luego el lobo dijo:
-Me da igual, te tengo que
comer.
Y dijo Caperucita:
-Pues, te disparo.
Le empezó a apretar al
gatillo y disparó al árbol para darle un aviso.
El lobo le gritó enfadado:
- ¡Eres mala, por poco me
matas!
Caperucita cargó otra vez el
revólver y… disparó al lobo.
Y colorín colorado este
cuento se ha acabado.
Dani Rodríguez Iruela 5º
CAPERUCITA VALIENTE
Érase una vez una niña que
era muy buena y muy fuerte. Se llamaba Pepa Juani, pero le decían Caperucita.
Un día, yendo a casa de su
abuela, se encontró a un niño llamado Jorge que la acompañó. Por el camino se
encontraron con el lobo que se los quería comer. Entonces, Pepa luchó contra el
lobo y lo venció a puñetazos.
Jorge le dio las gracias a Caperucita y se
fueron a casa de la abuela. Allí Jorge y Pepa le contaron todo lo ocurrido y la
abuela les preparó la merienda.
Al día siguiente, vinieron
unos periodistas a entrevistar a Pepa.
Al final, Caperucita se hizo
famosa por vencer al lobo.
Carmen Dolores García Vargas 6º
CAPERUCITA Y EL CAIMÁN
Erase
una vez una niña, que se llamaba Caperucita, que era muy buena.
Un
día su madre le dijo:
-
Caperucita mía, ven y móntate en el coche
que vamos a ver a la abuelita, que la pobre está muy malita.
-
Vale.- dijo la niña muy contenta.
-
Mami, a mí me dejas en el en el bosque y cojo un ramo de flores.
-
Vale, hija, pero ten cuidado, que por el bosque hay un caimán suelto.
-
¡Un caimán! ¡Qué miedo! Intentaré no toparme con él.
La
madre la dejó en la entrada del bosque y se fue. Cuando Caperucita se agachó a
coger flores... ¡el caimán le iba a morder el culo! Se dio la vuelta, lo vio y
se fue corriendo a la casa de la abuela.
Cuando
llegó a casa de su abuela su madre le preguntó:
-
Pero, hija ¿dónde vas tan corriendo?
-
¡Que he visto al caimán!
-
¿Y dónde está? - preguntó la abuela.
-
Creo que viene a comernos.
Vino
el caimán y se comió a la abuela.
Al
escuchar las voces de Caperucita y su
madre, un samurái que por allí pasaba de casualidad le dio un espadazo y lo mató.
Y
Caperucita y su madre ya no fueron más a aquel bosque.
MONTSERRAT IBERN DE LA TORRE 6º
CAPERUCITA ENAMORADA DE UN
CAZADOR
Erase una vez una niña muy
bonita llamada Caperucita Roja, porque tenía un vestido rojo con una caperuza que su madre de niña siempre le ponía. Caperucita
era huérfana, vivía sola en una casa del
bosque y ponía trampas a los lobos para poder comer.
Un día por la mañana, un cazador
que pasaba por allí cayó en la trampa de Caperucita. El cazador pidió ayuda, pero Caperucita no lo escuchó. Al medio
día, cuando Caperucita recogía su comida de las trampas se encontró al
cazador y le dio cobijo en su casa.
El cazador, cuando ya
estaba bien, le dio las gracias y se
despidió de Caperucita. Pero ella le respondió:
-No te vayas, quédate en mi
casa, amigo.
-Vale, pero si me dejas
ayudarte.
-Claro que sí.
El cazador la enseñó a
sembrar hortalizas y a cazar para no
tener que poner trampas.
Con el tiempo Caperucita y
el cazador se enamoraron. Se
quisieron mucho, fueron felices y
comieron perdices.
Pablo Robles Fuentes 6°
LOS
SIMPSON Y SUS GEMELOS
La primera mañana de vacaciones, Caperucita
Roja, que en realidad se llamaba Lisa, tenía mucho sueño y su madre le dijo que
iban a ir a casa de su abuela, que estaba en Sevilla. La madre de Lisa tenía el
pelo largo y azul, su padre era calvo con dos pelos y su hermano siempre
llevaba los pelos de punta.
Cuando llegaron, su abuela había hecho un
arroz buenísimo y decidieron comer en la terraza, aunque corría un viento
fortísimo. Con el fuerte viento pusieron la cara en el arroz y se les quedó
amarilla. Y todos se rieron. Entre ellos hicieron una apuesta, si Lisa, su
madre, su hermano y su padre daban una vuelta por el bosque con la cara así,
sus abuelos le daban 100$.
Y lo hicieron. Por el camino vieron muchos
animales. Lisa iba más rápida y se encontró con unos hombres muy raros, que
eran amarillos y se parecían mucho a ellos, corriendo fue y le preguntó a su
familia:
-¿Tenemos todos unos hermanos gemelos?
Y su madre le respondió:
-No, ¿por qué lo dices hija?
Lisa los cogió de la mano y los llevó hasta
donde estaban ellos. Cuando llegaron, su madre le dijo a Lisa en el oído:
-¿Hija, no son esos los dibujos que tú ves?
Y Lisa respondió:
-Creo que sí.
Lisa decidió decirles que eran sus hermanos
gemelos, para conocer a todos los que salían en la tele de los Simpson. Los
Simpson les invitaron a cenar a su casa. Sus abuelos los estaban viendo en la
tele y le preguntó a su marido:
-¿No son esos mis nietos y mi hija?
Y su marido respondió:
-Corre, móntate en el coche que nos vamos a
Springfield.
Cuando llegaron a la casa de los Simpson les
contaron la verdad y entre todos decidieron montar una casa encima de la suya.
Desde entonces salen nuevos episodios de los
Simpson, Lisa es más feliz porque le gusta Bart y al hermano de Lisa le gusta la
otra Lisa.
Mónica
Álvarez Soria 5º
NO
TE METAS CON CAPERUCITA
Érase
una vez una joven llamada Caperucita Roja, pero en realidad se llamaba Ana.
Tenía catorce años y vivía en Miami; era rubia, con los ojos azules y además le
encantaba salir de compras.
Un
día le dijo a su madre:
-Mamá,
me voy al centro comercial.
-Vale,
pero de paso ve a casa de tu abuela, que está al lado, y llévale este pastel.
Cuando
estaba comprando se encontró con un lobo y él le preguntó:
-¿A
dónde vas a ir Caperucita cuando salgas del centro comercial?
-Después
tengo que ir a casa de mi abuela a llevarle este pastel.
El
lobo tenía mucha hambre, así que decidió seguirla y quitarle el pastel. Cuando
Ana llegó a casa de su abuela se dio cuenta de que el lobo la estaba siguiendo.
Con precaución, Caperucita entró en casa de su abuela y planearon una
estrategia para divertirse un rato y echar al lobo.
La
abuela hizo otro pastel relleno de piedras y Caperucita se lo dio al lobo. Al
primer mordisco al lobo se le cayeron todos los dientes y Caperucita le dijo:
-Eso
te pasa por meterte con Caperucita y su abuela. Ja ja ja.
Y
al lobo no se le volvió a ocurrir jamás meterse ni con Caperucita ni con su
abuela.
Abril Vico López 5º
CAPERUCITA
ROJA A MI MANERA
Érase
una vez una niña llamada Caperucita Roja. Un día la madre le dijo a
Caperucita Roja que se iba al pueblo a comprar. Después viendo que tardaba su
madre en venir dijo Caperucita:
-
Pues
si que tarda mi madre en venir, voy a ir a buscarla.
Así que
fue a buscarla. Por el camino se encontró con su abuela y le dijo Caperucita
Roja a su abuela:
-
¡Hola
abuela! ¿Has visto a mi madre?
-Si,
la he visto en el pueblo, pero después no sé donde ha ido.
-Gracias
por tu ayuda.
Después
siguió su camino. Llegando casi al pueblo se encontró con el lobo y dijo el
lobo:
-
Anda ¿Cómo tú por aquí?
-Pues
mira, que iba buscando a mi madre, pero
no la encuentro.
-A
pues yo si que sé donde está. Está en
una montaña.
-¿Y
qué hace allí mi madre?
-Pues
mira, que un dragón la ha raptado.
-¿Y
por qué no la has raptado tú, que para eso eres el malo de este cuento?
-Sí,
pero como el dragón era más malo que yo, pues me ha quitado el papel de malo.
-Bueno,
pues me voy a salvar a mi madre.
Caperucita
Roja llegó a la montaña donde estaba su madre. Caperucita se adentró en la
cueva que había en la montaña. Cuando llegó al final de la cueva se quedó
sorprendida al ver a su madre colgada sobre un caldero de lava. Después llegó
el dragón y dijo:
-¿Cómo
te atreves a entrar en mi cueva?
Y
gritó Caperucita enfadada:
-¿Y
tú cómo te atreves a raptar a mi madre?
El
dragón se quedó petrificado porque Caperucita gritó muy fuerte.
Así es
como venció al dragón y liberó a su madre.
Pascual Rodríguez Iruela 6º
VAYA LÍO MONTÓ LA ABUELA DE CAPERUCITA ROSA
Érase
una vez una niña que vivía en una ciudad y se llamaba Caperucita Rosa.
Caperucita Rosa le dijo a su abuela que
tuviera mucho cuidado al pasar por el bosque, porque la abuela iba a visitar a
su hija que estaba enferma. Caperucita le avisó:
-Ten
cuidado cuando vengas a la ciudad con los coches.
La
abuelita se puso en marcha a la ciudad, pero no hizo caso de su nieta porque no
miraba a los lados. Menos mal que frenaban rápidamente los coches. ¡Vaya
abuelita descuidada! Hubo un accidente pero no paso nada.
¡Ella
pasó tan campante!
Cuando
llegó al piso, sana y salva, les dio una alegría, porque los vecinos estaban
histéricos, por todo lo que había ocurrido.
La
abuela le preparó a mamá una sopa muy buena y mamá se puso mejor. Tocaron a la
puerta y era… ¡la policía! ¡Madre mía, que nervios! Querían hablar con la
abuela y se la llevaron. Menos mal que la trajeron pronto.
Y todavía se están riendo del jaleo que lío la
abuela.
Carla Molina Sánchez 5º
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