jueves, 16 de mayo de 2013

UNA BELLA REFLEXIÓN: EL OLOR A MAESTR@



Un estudiante me dijo un día: “Maestr@, como hueles de agradable” y yo le dije:

-“Pero mi alumno, ¿A qué puedo oler, si no uso loción, ni perfumes? Con seguridad no huelo a nada”.

-Te equivocas maestr@, hueles agradable, hueles a maestr@, me contesto con rostro sonriente.

- Esta respuesta me embarga de emoción y me hace reflexionar. Es una respuesta hermosa, llena de amor y de ternura.

-Hueles a maestr@, yo nunca había pensado en ese olor, no lo había llamado así, nunca supe definirlo, pero ahora sé que, es mi profesor, huele dulcemente a maestr@.

-Hueles a maestr@ cuando con ellos cantas y cuentas cuentos, cuando escuchas sus quejas y oyes sus problemas y te haces amig@.

-Hueles a mestr@ cuando los reprendes a tiempo e impones una disciplina dulce y firme.

.Hueles a mestr@ cuando sabes decir “SI” y cuando sabes decir “No”.

-Hueles a maestr@ cuando juegas con tus alumnos sin importarte que pasó con tu arreglo, cuando con ellos vuelves a ser niño y compartes el juego con el trompo, la pelota, una bola y diversos juguetes, que para ellos son significativos.

-Hueles maestr@ cuando le enseñas a perdonar y no a odiar.


Mi estudiante me dijo que yo olía a mestr@ y yo me siento muy feliz. Ojala todos los maestr@s tuviéramos siempre ese noble y dulce olor a maestr@.

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